Por medio de Netflix, Spotify, Amazon Prime Video, YouTube, entre muchas otras plataformas, hacemos todos los días uso del streaming, que traducido al español significa transmisión, pero con todos los avances tecnológicos la definición de ese término se amplió y ahora implica la reproducción de películas, videos y música en los distintos dispositivos electrónicos sin necesidad de descargarlos, lo único que se necesita es una buena conexión a Internet.

Además, el streaming tiene otra modalidad, los en vivos o LIVE, a través de los cuales podemos ver en tiempo real conferencias, foros, entrevistas, presentaciones de productos, conciertos y todo tipo de eventos que se quieran trasmitir vía Internet, a través de las distintas plataformas y redes sociales.

De ahí su importancia para el mundo de las comunicaciones y los negocios, pues pueden llegar a millones de espectadores y consumidores, no sólo locales, en todo el mundo, de tal manera que los medios amplían sus audiencias y las empresas su número de clientes o compradores de mercancías.

Otra ventaja del streaming es que se reducen considerablemente los costos de transmisión, pues los elementos para su transmisión son mucho más sencillos, por lo que es una herramienta ideal para sectores educacionales, empresariales y corporativos.

Tal es la importancia del streaming como una plataforma alternativa de transmisión de contenidos que ya se miden sus audiencias, las cuales están abandonando los medios convencionales; un ejemplo claro es el más reciente Super Bowl, que rompió record de vistas de su LIVE por distintos canales de Internet, en donde alcanzó una media de 2.02 millones de personas, con picos de consumo en los que se llegaron a alcanzar 3.1 millones de espectadores.