Audiovisuales, ¿gasto o inversión?
No cabe duda que el amor entra por la vista y con las palabras o la música adecuada se pueden lograr grandes resultados; es así que con los diferentes recursos audiovisuales podemos conquistar a diferentes públicos.
Todavía hace un par de décadas la proyección de los audiovisuales era muy limitada, pero con Internet y el surgimiento de las redes sociales se puede dar la vuelta al mundo y posicionar a grandes escalas una marca, un producto o un servicio.
De tal manera que la producción de un audiovisual no debe percibirse como un gasto, es una inversión que realizan las empresas para llegar a más mercados.
Existen diferentes tipos de audiovisuales, los videos de larga o corta duración, los cuales principalmente funcionan para posicionar una marca, hablar más detalladamente sobre los valores de una empresa, entre otras cosas.
También hay los que tienen una función educativa, desde un pequeño tutorial, muy comunes en redes sociales, hasta los que sirven de apoyo en la capacitación del personal o en instituciones educativas.
Otro tipo de audiovisual son los comerciales (cortos) y los infomerciales (largos), para vender cualquier producto o servicio.
Lo más reciente y que va creciendo a pasos agigantados, el streaming, que es la proyección de videos o eventos, ya sea en tiempo real o no, sin la necesidad de descargar el contenido en los dispositivos electrónicos. Es así que las empresas pueden presentar en vivo sus productos y llegar a millones de personas en todo el mundo.
El sector empresarial, las instituciones educativas, organizaciones, medios de comunicación, entre otros, tienen un abanico de posibilidades con los audiovisuales para proyectarse y posicionarse en el mercado.